A medida que la diversidad del alumnado aumenta y que los centros educativos y las aulas se convierten en lugares más heterogéneos, igualmente se incrementan las responsabilidades del profesorado. En el marco de la atención a la diversidad, una de las mayores responsabilidades de los docentes es diferenciar la enseñanza y el currículo para que todo el alumnado, independientemente de sus características, pueda aprender y participar activamente en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
La investigación sobre adaptaciones de la enseñanza revela que, aunque los profesores encuentran convenientes y necesarias las adaptaciones, raramente materializan en la práctica acciones que redunden en un ajuste sustantivo de su acción educativa a las diferencias, por lo que la enseñanza indiferenciada, dirigida a todo el grupo-clase es la norma más que la excepción. Al ser preguntado, el profesorado dice no tener los conocimientos, las habilidades o los recursos suficientes para planificar y enseñar atendiendo a las diferencias individuales. En este contexto, se ha venido prestando una atención cada vez mayor a la aceptación y el sentido que pueden tener para el profesorado las adaptaciones instructivas. La aceptación se refiere a la valoración global que hacen los docentes de sus intervenciones (estrategias que utilizan, eficacia e idoneidad, etc.).
Basándonos en la literatura de investigación que sugiere que los profesores hacen relativamente pocas adaptaciones debido a su alto costo en tiempo, formación y recursos, se pretende desde esta línea de investigación:
1) Analizar el uso y grado de aceptación que tienen por parte de los profesores las adaptaciones de la enseñanza y del currículum. 2) Evaluar su eficacia. 3) Identificar sus necesidades formativas. 4) Comparar el uso que hace de las mismas el profesorado de las distintas etapas educativas.
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