Metodología y estrategias de aprendizaje
La base de nuestras clases teóricas será la lección magistral, que suele ser el recurso didáctico principal de la docencia universitaria, pues la comprensión y entendimiento de la asignatura constituye la esencia del aprendizaje que esperamos obtener de nuestra labor docente. Hemos de tener en cuenta que en las asignaturas troncales y obligatorias encontramos grupos masificados para los que la lección magistral es, posiblemente, el recurso didáctico más útil para el docente. Se trata, en resumidas cuentas, de explicar una serie de conocimientos seleccionados por el profesor, de transmitirlos, de facilitar su comprensión y aumentarla, siempre que consigamos motivar a nuestros alumnos y despertar su curiosidad e interés, base fundamental de cualquier investigación. Intentaremos, por tanto, desarrollar explicaciones descriptivas y razonadoras, asumiendo y superando la explicación de los conocimientos. El único problema es que la lección magistral no es tan efectiva como otros métodos de enseñanza para que los alumnos alcancen la plena autonomía en la resolución de problemas, así como el cambio de actitudes. Por ello, habremos de incluir en nuestras explicaciones medios y recursos que mitiguen, en parte, las deficiencias de este recurso didáctico. Otra de nuestras preocupaciones es reducir, en la medida de lo posible, la obsesión de los alumnos por la toma de apuntes.
Desde nuestro punto de vista no podemos evitar esa tendencia pero sí reducirla mediante una estructuración correcta y una evaluación coherente con los objetivos señalados. Las lecciones habrán de estar perfectamente estructuradas y para percibirlo los alumnos recibirán antes de comenzar la sesión un esquema desarrollado de los principales elementos, términos, fechas y argumentos de ese tema. Además se proporcionará una bibliografía seleccionada por temas que contemple las siguientes características: debe ser plural desde el punto de vista historiográfico; ha de reflejar las aportaciones más clásicas pero también las más recientes, siempre que sean significativas, y permitirán a los alumnos ampliar los conocimientos básicos que se transmiten en el aula por parte del profesor.
Finalmente, con el fin de centrar la atención de nuestros alumnos en la comprensión, reduciendo la obsesión por tomar apuntes, habremos de facilitar el acceso a parte de los conocimientos a través de otros medios: manuales, reparto sintético de apuntes, consultas en páginas web y campus virtual o lecturas complementarias. Por otra parte, y conscientes del impacto diferente que tienen los mensajes oídos, vistos o trabajados, intentaremos facilitar el aprendizaje usando ejemplos e ilustraciones, utilizando medios audiovisuales (pizarra, retroproyector, diapositivas, vídeos, cañón audiovisual, etc.). No olvidemos que, como hemos señalado anteriormente, los medios más eficaces para aprender no los determinamos nosotros, sino que dependen de capacidades mentales y psicológicas de la inteligencia humana y no sólo de la mayor o menor voluntad de nuestros estudiantes. Por ello, hemos de intentar que la comunicación se establezca no sólo a través del medio auditivo sino también con la utilización de medios visuales, e así como de los trabajos prácticos. |